La disciplina, se basa en la ejecución de una serie de asanas (estiramientos) y pranayamas (respiraciones) dentro de una sala a 42 grados y con el 50% de humedad relativa, al frenético ritmo que marca un monitor que anima sin cesar los 90' de sesión (me ha recordado a una clase de Spinning "a saco").
Creo que es un buen ejercicio, no es para nada mi estilo, pero dado el formato, no me extraña que esté arrasando en esta sociedad sin pausa, sin tiempo, ni interés por parar,.... la efectividad "tangible" a corto plazo está garantizada.
En el yoga, yo busco paz, armonía, silencio y concentración en mi cuerpo y espíritu,..... y este ritmo frenético a golpe de gritos, prisas y posturas me ha agobiado bastante, la verdad, y no creo que repita de momento ( aunque si algo aprendí es a nunca decir nunca).
Soy una persona a la que le gusta probar muchas cosas y vivirlas en primera persona, que no me lo cuenten,... asi tengo opinión propia de lo que se va cruzando en mi camino.
Para gustos colores,.... pero yo me quedo, de aquí a Lima, con el yoga clásico y sigo buscando escuela en la que aprender.
La próxima semana probaré una clase de Yoga clásico junto a mi amiga Sara Carrillo, hermana de Pasqui de Fisade, el mejor Fisio, junto a Pablo Hornillos con el que jamás trabajé, lo que prácticamente garantiza detalle, cariño y profesionalidad.
Sigo buscando,.... seguiré informando.
Sed felices.
1 comentario:
Yoga con Sara ❤️
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