domingo, 13 de julio de 2008

RXT Riba Roja



Yo también estuve allí,
en esa lengua de agua sagrada llamada río ebro
que en otras ocasiones he nadado lleno de sonrisas.

Yo también estuve allí,
dispuesto a demostrarme a mi mismo que también
se podía disfrutar subido en una bici de montaña.

Rodeado de compañeros, hermanos,...
mis mejores amigos, con alguna ausencia obligada,
pero rodeado de esos a los que quiero para siempre a mi lado.

Y nos subimos a una furgoneta llena de bicis, risas y
bidones de bebida isotónica.
Y almorzamos donuts, magdalenas, tarritos hero baby,
barritas y macarrones,...muchos macarrones.




Y pasamos calor, hinchamos ruedas, colgamos dorsales,
me falta un gel, yo te lo doy, ¿va a hacer viento?,
¿dónde están los boxes?.

Y empezó a nublarse y se dió la salida
y el ebro estuvo perfecto, acariciando nuestros neoprenos y
dejándonos disfrutar de lo lindo.

Y nos subimos en la bici, y empezó a caer, a caer y a caer
y lo que era una fiesta del deporte se convirtió en una
lucha sin cuartel entre la naturaleza y el triatlón mas puro.

Sin medallas, sin clasificaciones, sin copas,
solo nosotros y el entorno,...

Yo estuve allí y llegué hasta donde la naturaleza me dejó,
nadando, haciendo 17 kilómetros de bici y barro y sudor y miedo
y corriendo mas de 21 kilómetros.



Yo estuve allí, soy triatleta, acabé y sonrío.
Gracias!

1 comentario:

Anónimo dijo...

Jose!!!! ...

enternecedor... que ganas de peladear me han entrado...