lunes, 8 de diciembre de 2008
Vaya rachita..
Y es que, por mucho que uno se empeñe,
hay veces en que no se puede ir en contra
del destino o de quizás lo que tiene que
ser porque si.
Otra semana de siete horas.
Una semana de mucho trabajo, visitas y
confiado en el fin de semana largo.
El sábado estuvimos liadísimos y solo pude
correr una hora (eso si a tope) y tenía
todas mis esperanzas depositadas en el día
de ayer.
El sábado estuve limpiando y engrasando a mi
flamante R3, como en las grandes ocasiones.
Domingo, madrugón sonrisa y...a los 15 kilómetros,
RADIO ROTO,...segundo en un mes.
Me volví a casita, desayuné con Paula y...salí a correr.
Resultado...me caí de boca y me desollé la pierna
y un hombro...
Acabé montando el arbol de navidad.
Hoy hemos bautizado a Pablo, iba con el casco puesto.
Sonrío y no...la cabeza me está matando,así no vamos
ni a Lanzarote ni a Frankfurt, pero estoy feliz,
imagino que en la vida hay momentos para todo.
La semana que viene tenemos una media maratón de montaña
que tiene muy buena pinta...
Me apetece muchísimo.
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1 comentario:
Ánimo tío, seguro q la tropa te lleva en volandas y esto solo es un bache
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