El año en que se cruzaron los sueños

A menudo sueñas, y echas la vista atrás,
querías casarte, ser papi, un día dijiste "yo no puedo
correr un IronMan,..es imposible".

Y un día te compras esa bici, ese casco,
tu tri traje, zapatillas, calas, las gafas y
no te gustan los geles ni las barritas...
De repente te acoplas, el silencio, el sol en tu espalda,
sudor, el mar, tus zapatillas, doblas la visera
de la gorra, vista al frente, relaja los hombros,
el gesto de la cara, cierras los ojos y sueñas.



Y de repente, tienes todo deportivamente hablando,
y el gran objetivo de tu vida se completa siendo padre,
y sigues y piensas menos pero disfrutas aún mas.

Este año, tengo las 2 cosas mas preciosas del universo
en casa y he cambiado las cámaras y cubiertas por
pañales y biberones.

Tuve la gran suerte de sentirme especial, Cannondale me dejó
la bici de mis sueños, volví a inscribirme en Lanzarote,
el avión, a por el 6º y de repente pasaron los días, las semanas,
los meses y no podía entrenar con el respeto que esto merece,
imposible dedicar el poco tiempo que me queda a la semana con
mi horario, a estar dando pedales...no este año, este año es imposible.
De repente te ves corriendo de noche, llegando para desayunar habiendo entrenado,...entendiendo y aprendiendo, de nuevo.
Porque volveré con mas fuerza que nunca,
con la misma ilusión de siempre.



Mis carreteras y mis volcanes seguirán allí,
porque mis sueños siguen aquí, en mi,
en el cuarto de al lado, en el ordenador de al lado,
y rien y lloran y nos miramos a los ojos.
Volveré, volveremos.

Mientras tanto, seguiré corriendo, mientras

quede un solo gramo de energía en este cuerpo.

Road to UTMB 2011.