sábado, 2 de septiembre de 2017

1 de Septiembre

Las lluvias caídas durante la semana han dejado un monte maravilloso.
Esta blando, acogedor, limpio, verde y desprendiendo ese aroma a romero, tomillo, lavanda y tierra mojada que me llena de energía y buen humor.
Aproveche para salir en bici el viernes antes de La Oficina y el sábado a primera hora.
Hoy sábado, en bici hasta el pie del Bec de l'aguila, una montaña caliza rojiza  bajita, sin sombras y bastante exigente que está a unos 50 minutos en bici desde mi casa.



Subí andando muy feliz, y me deleité unos 20' en la cima.




Bajé corriendo con la amarga confirmación de que aun no estoy bien de la rodilla, lo que no me impidió disfrutar de un paseo entre nubes bajas, sol de tormenta y tonos  absolutamente invernales en el horizonte.

Ha durado poco, pero ha sido maravilloso volverme a sentir corredor por unos minutos y más en un día con esta atmósfera tan fantástica.
La recuperación va más lenta de lo normal, pero va, estoy feliz.



Han sido dos grandes mañanas.

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