Quizás sea por eso por lo que no había podido practicar el Za Zen,
meditar en movimiento, simplemente "aquí y ahora".
Hoy he tenido la suerte de volver a disfrutar de un amanecer,....
corriendo si, aunque cuando no lo percibes,
la carrera inconsciente se convierte en una especie de potenciador de sensaciones,
en este caso de un amanecer de Septiembre, de sus bolsas de aire frío, de sus resquicios de verano,
sus nubes de mosquitos, de sus aromas.
Hoy, me he quedado, más allá de la alegría de 15k corriendo por el monte, con el recuerdo y la vivencia
de un intenso y maravilloso olor a Manzanilla y tierra húmeda....
ha sido un precioso manecer....
estoy preparado,.... quiero volver.
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