sábado, 15 de noviembre de 2008

Cuesta abajo

Hoy ha sido uno de esos días en los que
parece que todo el rato es cuesta abajo
en bici.
Tras la semana terrible con lunes, martes
y miércoles entre Bilbao y Barcelona, he salido
en bici esta tarde.

Una tarde con temperatura perfecta, lo que no ha
hecho sino mejorar aún mas si cabe,
este entorno teñido por la luz fría e ideal
del invierno que riega el olor a tierra recién
trabajada presente en esta época del año.

Y he sido testigo de todo esto desde la carretera,
desde el sillín de mi bicicleta, surcando
las amarillentas hojas caidas de los árboles
y levantándolas a mi paso a modo de mariposas
revoloteando en una tarde de invierno.

Así he subido al maigó yendo casi hasta Ibi, Castalla
y vuelta por caminos para completar 97 kmts a una media
de 29 por hora.



Cuanto mas tiempo llevo en esto, menos lo entiendo,
no estoy entrenando nada y hoy me he sentido como
Carlos Sastre.

Mañana subo Tudons muy despacito,a aprovechar.
Si hago mas de 3h40 vuelvo a hacer 10 horas esta
semana...



Y digo lo de aprovechar porque me da que esto se va a
acabar bastante antes de lo previsto, es demasiado
lo que dejo para seguir contándome que vale la pena,
aunque a lo mejor lo necesite para ser feliz del todo,
mi cabeza no para de pensar y siento que mis cimientos
se están empezando a resquebrajar bajo mis pies y, de
entrada, no lo voy a consentir.

La semana que viene vuelvo a estar toda entera en BCN,
estoy cansado y triste, quizás necesite vacaciones, quizás
nadar entre peces.

Quizás hoy esté como dice el fragmento del poema
me sobra el corazón de Miguel Hernández:


Hoy estoy sin saber yo no sé cómo,
hoy estoy para penas solamente,
hoy no tengo amistad,
hoy sólo tengo ansias
de arrancarme de cuajo el corazón
y ponerlo debajo de un zapato.

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