No es un hotel,
no es una casa rural,
no es una pensión,
es un refugio de montaña.
Una de las cosas que mas me llamó la atención del
pasado fin de semana.
Una casa enclavada siempre en medio
de naturaleza abrupta, de difícil acceso,
en la que sólo hay un par de normas "básicas"
de esas que mas ded uno olvida con el paso de losa años
o el incremento de ceros en la cuenta corriente...
respeto, igualdad, compañerismo...no sigo,
sobra con estos 3.
Habitaciones compartidas, literas, comida
de campamento, mucha comida de campamento,
exquisita, bancos corridos, trato familiar,
conversaciones, relaciones humanas, sin tele,
sin radio, sin periódico,...vuelves al origen de todo,
a lo único importante, a las personas.
No hay armarios, sólo estanterías compartidas
en las que dejas tus pertenencias, porque, aunque
estás en casa, estás de paso.
Es un ambiente mágico, me transportó a los
campamentos de verano,...me encantó.
Desde aquí quería agradecer el trato dispensado
por "Suso" el guarda del refugio gresolet, jamás
lo olvidaré.
Gracias!
2 comentarios:
Los refus se comunican por radio, entre ellos, creo.
Que sería de los montañeros sin esos refugios!!!! y siempre llevados por grandes personas.
Saludos
Quique
Publicar un comentario