Llegó el día

Entras en casa después de un día de oficina,
mil cosas en la cabeza, proyectos nuevos,
ilusiones,....
30' de ventana, puedes irte a correr,....
te cambias rápido bajas y te encuentras con tu
hijo de 5 años en la urbanización mientras te diriges
hacia la puerta en busca de esa libertad que conoces
tal y como la has vivido hasta el momento.

>>Papi,...¿puedo ir a correr contigo?
>>No Cariño,...eres muy pequeño aún.
>>Joooo papi,....buaaaaaaaa
>>Piensas,....¿que me hubiese gustado a mi de pequeño?
    Patadón al ego del "supercorredor" y,...
   
Me paro, media vuelta y venga,.....porqué no?

Pablo sonríe,...quiere ir a una montaña corriendo,...
no se cansa,...corre, sonríe, sonríe todo el rato,
como quien no quiere llegamos al cabo, al vértice geodésico,
quiere bajar por la "cuesta peligrosa", pasamos piedras gigantes,
sigue corriendo, sonriendo, no se cansa,....subimos andando, bajamos
trotando,...."como en el Mont Blanc Pablo!!!",....cada vez va
mas rápido,...sonríe mas y a mi no me cabe mas aire en los pulmones.

Vuelta a casa tras 4k con 90+ en 29'....brutal.
Recogemos a Álvaro, es su turno,....vamos al parque de al lado de casa
y completamos un kilómetro mas entre sonrisas, llegamos a casa,
nos duchamos los tres y a cenar....y yo que quería irme solo,...TOOOONTO.

Tengo tantísima suerte, que no la valoro,....o si, pero gracias a ellos,
gracias a los "pequeños" a los que en teoría tenemos que ¿educar?,
cuánto por aprender,...cuánto por olvidar de lo aprendido para ser mejores.

Aquí unas fotillos.

Sed felices, gracias niños!