viernes, 24 de marzo de 2017

Ultima parada Jin Jiang y Xiamen

Desde el aeropuerto de HongKong escribo esta última entrada momentos antes de emprender el regreso a España, a mí bendita rutina, a lo cotidiano.
Y para no olvidar lo vivido, dejo constancia en este ciber diario de los detalles de todo lo acontecido en estos últimos dos días.

Hemos estado en Jin Jiang, una ciudad industrial y, por mucho, la más rural y auténtica de las visitadas hasta ahora en este viaje.


Una ciudad en la que, como en toda China, contrastan los rascacielos y zonas lujosas con zonas en las que las calles ni siquiera están asfaltadas y en las que se construyen casas sobre andamios de bambú.


Aquí veo por primera vez en este viaje, ese caos que recordaba de mi viaje a Vietnam con Paula,... Un caos de motos circulando en sentido contrario, ciclistas decadentes y preciosos y circulacion salvajemente controlada en una tierra sin a penas señales de stop ni semáforos,... Regida por normas invisibles y, en el
fondo, tranquilas.


Ha sido una vez más, gente cálida y atenta y, pese a ver muy poco más allá de las oficinas y fábricas visitadas fruto de las largas jornadas laborales, me ha encantado lo que he tenido la oportunidad de ver desde el coche.


Me resultó imposible salir a correr, me lo dejo en la lista de pendientes.

Y hoy por la mañana, hemos ido a Xiamen, una isla totalmente occidentalizada, una especie de Marbella o Los Ángeles en versión oriental.
Ciudad fácil para vivir a los ojos de un europeo aunque con esa esencia que, gracias a Dios aún se filtra por alguna grieta....


Han sido unas horas de trabajo en las que sólo he visto algo desde el coche cuando hemos ido a comer a eso de las 12:30, que es cuando se come por estas latitudes.


Y después,...4 aviones más y un tren para, si Dios quiere, poder abrazar a los míos en unas 30 horas.

Han sido unos días estupendos de mucho trabajo, muchas tensiones (tengo las cervicales cogidas XXL) y muchas experiencias y vivencias que me llevo puestas.
Dar las gracias a "Ese" de ahí arriba que me regala cada paso mientras cuida de lo importante, a mi chica sobre todo y a mi familia por el soporte dado para poder llevar adelante este trabajo que, en ocasiones me exige viajar y estar largos periodos lejos de lo importante (aunque ese es otro tema).
Y gracias también a quienes os pasáis por aquí a picotear unas líneas desde estos ojos que intentan escribir aventuras y desventuras, desde mis zapas o desde donde se puede.

En breve espero volver a correr.... Que esto se nos va de madre tras 5 dias parado.... Parece que la rodilla va mejor aunque sé que no puedo demorar una resonancia para cerrar un diagnóstico definitivo y tomar una decisión importante. Sea como fuera,.... "que el fin del mundo nos pille bailando".


Carpe Diem!
Sed felices!

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