Han pasado dos días desde que estuve
sudando pegado a la radio del coche.
Volviendo de la oficina conducía a 140
pulsaciones con la radio a tope.
Parecía que íbamos a conseguirlo,
volver a traer el espíritu olímpico a España.
Al final, se lo llevó Rio,
mi felicitación para todo el pueblo
suramericano, no era lógico que a día
de hoy, los juegos jamás hubiesen
visitado ese continente.
Y ahora, a mirar a 2020, espero que no
cese esa ilusión, empuje y optimismo con
el que han hecho que todos nos sintiésemos
madrileños.
Es el sueño de mi vida,...ir a ver unos
juegos en vivo y no salir del estadio en
15 días.
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