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| Foto de Héctor Martinez |
Esta mañana salí con ilusión.
Salí en buena compañía.
Una buena ruta (Serra Grosa y Cuarto de Cabo).
La ilusión de un baño mediteráneo.
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Todo bien hasta la hora de carrera.
El dolor y el hinchazón van a mas, y acabo completamente
cojo, eso no impide que el último kilómetro lo corra descalzo.
Desánimo y dudas mil.
Un ibuprofeno y una comida de la madre.
Ahora nada duele, no entiendo nada, estoy desconcertado,
lleno de dudas, la cabeza me dice una cosa, el corazón y
el límite de la paciencia me dicen otra.
A quien ame al mundo como a su propio cuerpo se le puede confiar el mundo.
-Lao Tzu, del Tao Te Ching
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