A veces morimos y no,
esclavos del cronómetro,
de los pulsos,
de los kilómetros...
Pero hagamos lo que hagamos
tengo una noticia que daros,
igual de buena que mala,
tengo una realidad "impepinable",
una verdad absoluta, y es que,
por mucho que nos empeñemos,
todos nos acercamos hacia el
futuro a la misma velocidad,
60 minutos por hora.
Relativicemos y disfrutemos,
démosle a cada cosa el peso que
merece.
1 comentario:
Gran reflexión... carpe diem!!!!!
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